sábado, 1 de agosto de 2009

Recuerdo

Me levanto temprano,
moribundo,
perezoso resucito bienvenido al mundo,
con noticias asesinas me tomo el desayuno,
camino del trabajo,
en el metro,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en las rutinas y en los bostezos,
y en el asiento de enfrente,
un rostro derepente
claro ilumina el vagón
esos gestos traen recuerdos,
de otros paisajes otros tiempos,
en los que una suerte mejor me conoció.

No me atrevo a decir nada,
no estoy seguro
aunque esos ojos sin duda son los tuyos,
más cargados de nostalgia quizás,
más oscuros,
pero creo que eres tú y estás casi igual,
tan hermosa como entonces quizás más,
sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.
Cuanto tiempo ha pasado desde los primeros errores,
del interrogante en tu mirada,
la ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres,
jóvenes promesas no,
no teníamos nada,
dejando en los portales los ecos de tus susurros,
buscando cualquier rincón sin luz,
agarrate de mi mano que tengo miedo del futuro,
y detrás de cada huída estabas tú.

En las noches vacías
en que regreso,
solo y malherido
todavía me arrepiento
de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo,
y ahora que te encuentro,
veo que aún arde
la llama que encendiste nunca
nunca es tarde,
para nacer de nuevo,
para amarte.
Debo decirte algo antes de que te bajes,
de este sucio vagon y quede muerto,
mirarte a los ojos y tal vez recordarte,
que antes de rendirnos fuimos eternos,
me levanto decidido y me acerco a tí,
y algo en mi pecho se tensa,
se rompe,
¿como estás cuanto tiempo?,
te acuerdas de mí
y una sonrisa tímida responde,
perdone pero creo que se ha equivocado,
disculpe señorita
me recuerda tanto a una mujer que conocí
hace ya algunos años,
y más viejo y más cansado
vuelvo a mi asiento,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.

No hay comentarios: